Tristeza

Este es el mejor título que se me ha ocurrido para esta entrada. Corto, pero conciso. Me gustaría que no fuera muy larga, pero es algo difícil cuando ni si quiera sé por dónde empezar...

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Empezaré recordando que en esta vida, por muy cursi que suene, todos tenemos que tener una serie de valores básicos, unos principios que nos acompañen en todo lo que hagamos como normas de conducta necesarias para sentir respeto, primero, por nosotros mismos y después, por las cosas esenciales de la vida.

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Podemos llevarnos mejor o peor con la família, dejar que conozcan más o menos nuestra vida y lo que hacemos con ella, etc. Pero lo que creo que nunca se tiene que hacer es olvidarla, dejarla de lado o incluso renegar de ella. Ese grupo de tres, cuatro o cinco personas, es el grupo que ha estado contigo toda la vida, y la que al fin y al cabo, serán los que siempre estarán. Son las personas con las que más tiempo has pasado, más historias...Y si nos vamos a lo básico ya, ¡son las personas con las que compartes sangre! Nada más que por eso, debería dársele todo el respeto.

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Sin embargo, durante la vida nos encontramos con cosas, "oportunidades" si se le quiere llamar, que nos pueden hacer olvidar esto que hoy en dia puede sonar tan relamido.

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Me produce tristeza ver que esas oportunidades han sido las materiales, las de ser "alguien" nuevo sin querer aceptar lo que uno tenía antes, lo que uno siempre ha sido y lo que, aunque no se quiera, siempre será. Trsiteza de ver como esas oportunidades se han aceptado tras un pretendido esfuerzo, sacrificio y trabajo para querer quitar un poco de hierro a la facilidad con que te han venido dadas, y por supuesto, a lo cómodamente que has ido aceptando cada una de ellas.

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Me produce más tristeza ver que para aprovechar esas oportunidades, se han eliminado los principios, el respeto a uno mismo. Ver que se ha sido capaz de sustituir toda moral por algo tan efímero como lo material.

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Quien ha cambiado no hemos sido nosotros. No nos culpes o te avergüences de lo que pensamos, digamos o hagamos por ser tan diferente a lo que tú ahora estás acostumbrada. La diferencia no la hemos marcado nosotros, que siempre hemos estado ahí viendo como tú cada vez más y más ibas siendo otra persona a la que nos tenías acostumbrados.

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Que son cosas nuestras, que tú siempre has sido igual, que porqué somos tan histéricas...Respuestas que nos sabemos todos al dedillo y que demuestran que esta no es la primera vez que surge este tema. Lo cual es más triste aun.

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No voy a añadir nada más. Ni ahora, ni mañana. Solo espero que sepas que a pesar de las diferencias de personalidad, ideológicas y demás, soy consciente de la relación que tenemos y por eso te quiero y siempre estaré ahí.

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¿Y tú?

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