miércoles, 26 de noviembre de 2008

Tienes un mensaje nuevo.

Me meto en la cama dispuesta a dormir y “bbzzz bbzzzz” (vibración del móvil):
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“Poco menos de una semana ha pasado del último mensaje que nos enviamos y no estoy dispuesto a que vuelva a ocurrir el distanciamiento de las últimas veces. Así, voy a recuperar la antigua tradición de perturbar tu sueño a altas horas de la madrugada con sms’s sin sentido. Podría intentar escribir mensajes coherentes con amplias reflexiones filosóficas o análisis exhaustivos de los últimos datos macroeconómicos, dados a conocer por vete tú a saber qué prestigioso consultor financiero, PERO NO!! No lo voy a hacer. Como ya te he dicho unas líneas más arriba, mis mensajes han sido, son y serán “extraños”. Para que engañarnos, no son mas que el reflejo de una mente desestructurada en la que, por ponerte un ejemplo Don Quijote lleva sable láser; Sancho Panza es transformista y Dulcinea no es mas que una ludópata que vende su cuerpo por pocos euros para poder irse al bingo con los jubilados a gastarse en cartones los 20 € que le han pagado por un completo. Así que vete preparando para la oleada de mensajes 2.0 (broma de informático), porque aunque ya no encienda corriendo el PC nada más llegar a casa, deseando que esté mi amiga conectada al msn para poder hablar con ella, sigo deseando con la misma intensidad hablar con ella y saber q es aquello que le preocupa, le hace feliz o le inquieta. Me sabe mal por ti, pues tener una lapa siempre pegada no le gusta a nadie, pero es culpa tuya por ser tan encantadora. Tú te lo has buscado. 1 beso y buenas noches.”
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Y te vas a dormir con una sonrisa en la cara al ver que hay gente que, a pesar de pausar el contacto, sigue estando ahí preocupándose por ti. Gracias (-:
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Por cierto, Movistar está pagando la universidad de sus hijos gracias a tus sms de 8 páginas, eres consciente, ¿no?
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1 comentario:

Srta. M dijo...

pero que...ais... :_____)